jueves, 17 de marzo de 2016

PARA QUÉ COLOCAR OBJETIVOS

Por Adriana Miranda

INTRODUCCIÓN


La estructura formal de todo trabajo académico es esencial para presentar un orden, que no solo guiará al investigador, sino al resto de la comunidad científica que leerá el trabajo para entenderlo y apoyarlo. 

En el ejercicio de la presentación de los trabajos de investigación se encuentra que todos presentan objetivos. Pero… ¿por qué se colocar objetivos?, ¿es posible llegar a una solución sin plantearse un objetivo? A continuación se presentan algunas reflexiones sobre esto.

¿Qué es un objetivo?

Un objetivo es una meta, es un compromiso que sirve de guía al investigador para delimite la respuesta a la que quiere llegar. Fundamentalmente, los elementos que plantea una investigación son tres y están “relacionados entre sí: los objetivos que persigue la investigación, las preguntas de investigación y la justificación del estudio. En primer lugar es necesario definir qué pretende la investigación, es decir, sus objetivos de estudio.” (i) 

Otras definiciones que permiten entender del porqué de los objetivos expresan que son el faro para determinar los límites y la amplitud de la investigación, además permitirán orientar sobre resultado eventual y, muy importante, es que determinarán las etapas del proceso. Un objetivo representa el factor decisivo de una investigación (ii)

          Errores frecuentes

La literatura en el tema de formulación de objetivos es muy rica y abundante. Nos ofrece, además de la teoría, listas de verbos asociadas a cada tipo de investigación, listas de verbos recomendados como objetivos general y específicos, las recomendaciones según los tipos de investigación, la taxonomía de Bloom, entre otras. 

Sin embargo, los errores son muy frecuentes. No contemplar todos los elementos, no definir relación entre el objetivo general y los objetivos específicos, redactar objetivos como actividades o no redactados en orden metodológico, confundir objetivo de enseñanza con objetivo de investigación, rectarlos como un requisito, sin aprovechar su utilidad, son algunos ejemplos.

Ahora bien, ¿existe un secreto o alguna receta mágica para hacer correctamente una redacción de objetivos? Considero que la respuesta en este caso no puede ser un sí o un no definitivo. En este caso, en primer lugar, es necesario hacerle preguntas a cada objetivo y, si se encuentran respuestas coherentes en función de los elementos, puede decirse que va adelantada una primera parte del planteamiento, luego, es necesario consultar y revisar con nuestros pares, quienes, en definitiva generarán una discusión, viendo las cosas desde otra perspectiva, llena de preguntas y reflexiones que, seguramente, ayudarán en la corrección y presentación.

CONCLUSIONES

Todo trabajo de investigación, salvo en los que se valide una hipótesis, debe incluir objetivos (general y específico). Existen errores recurrentes al redactar objetivos. Aunque no exista una receta mágica o un patrón definido para hacerlo, existen ciertas reglas, más o menos comunes que pueden orientar al investigador. Sin objetivos, difícilmente se orientará el trabajo.

Es necesario apoyarse en los expertos, para que ayuden en la validación y se logre el objetivo de los objetivos en un trabajo de investigación.


REFERENCIAS

(i) Hernández, Fernández y Baptista (1997). Metodología de la investigación. McGraw Hill: México.


(ii) Hurtado, J. (2000). Metodología de la investigación holística. IUTP. Sypal: Caracas.

2 comentarios:

  1. Cierto Adriana. Nos pueden dar muchas listas, pero si no hemos internalizado o tomado consciencia de lo que se persigue, no vamos a lograr objetivos bien presentados.

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