PARADIGMAS:
UNA FORMA DE VER EL MUNDO.
Participante: Julimar
Navarro.
Introducción.
La investigación en sus inicios debatía en
lo referente al tema de paradigmas, puesto que se captaba desde dos grandes
tradiciones filosóficas que predominaban en la cultura, como son: realismo e
idealismo.
La adopción de nuevos paradigmas es
necesaria, porque con ellos se obtendría nuevos planteamientos para la ciencia;
es decir, una innovación y una
actualización del estado del arte. Partiendo de él, se pueden presentar
detalles o temas que pueden ser relegados a otras ciencias o declarados no
científicos, con el pasar del tiempo, en vista de que se investiga hacia un
futuro posible partiendo de un presente improbable y, apoyándose con el estado
del arte.
Tomando en cuenta, en el problema
paradigmático se establecen diversas posiciones como; incompatibilidad de
paradigmas, complementariedad de ellos y unidad epistemológica. Sin duda el término
paradigma es muy amplio, en el siguiente ensayo se dará una breve información
sobre paradigma positivista, interpretativo y sociocrítico.
Paradigma Positivista.
El positivismo es una escuela filosófica
que defiende su postura la cual es, presentar las cosas existentes fuera de la
mente humana; es decir, lo palpable y observable. Este paradigma domina en
algunas ciencias pero no es definitivo, debido a las situaciones cambiantes que
se presentan en determinadas investigaciones. Para los positivistas la realidad
es estática, es una ley que puede predecir, explicar y controlar cuando va o no
a suceder algún fenómeno, usando los instrumentos y métodos adecuados. Evidentemente,
en esta postura el sujeto está encima del objeto, lo conoce, lo estudia sin
involucrarse con él, lo estudia desde el punto de vista objetivo.
Para Kolakowski, (1988), “el positivismo
es un conjunto de reglamentaciones que rigen el saber humano y que tiende a
reservar el nombre de la ciencia a las operaciones observables en la evolución
de las ciencias modernas de la naturaleza”.(p.s/n). De allí pues que, en la
concepción del mundo, según los positivistas, el mundo natural tiene una
existencia propia, no depende de quien la estudia; es decir, que se puede
obtener un conocimiento objetivo partiendo del estudio del mundo natural y a su
vez social.
Paradigma Interpretativo.
Este paradigma se basa en los significados
de la acción humana y la vida social, pasa de explicar, predecir y controlar
(positivismo), a comprender, dar significado y a la acción. Para él, existe una
realidad dinámica, múltiple y cambiante, se centra en el estudio del sujeto en
sí y no en lo general.
Desde esta perspectiva, el sujeto se
relaciona con la realidad y con el objeto, lo ve desde el punto de vista
subjetivo, se da una interpretación a través del objeto, estudiando sus
creencias, sentimientos, motivaciones y todo lo que no sea palpable, hay una
fusión entre el sujeto y el objeto, se profundiza en el conocimiento y la
comprensión del por qué todo se percibe tal y como ocurre. Este paradigma
interpretativo o hermenéutico revela o da a conocer el significado. Como
señalan Carr y Kemmis (1988), “lo interpretativo de convalidación del conocimiento implica que la teoría afecta la
practica, exponiendo a la autorreflexión el contexto teórico que define la
practica”. (p.106).
Por consiguiente, hay un acercamiento
entre los actores (sujeto- objeto- contexto), una introspección vivencial; es
decir, el sujeto comprende e interpreta al objeto en un contexto determinado, y
a su vez el sujeto puede pasar a ser objeto porque interactúan entre sí.
Paradigma Sociocrítico.
El paradigma sociocrítico introduce una
forma de pensamiento explicito y de autorreflexión crítica en los procesos del
conocimiento, surge a partir de los dos paradigmas anteriores asumiendo que
ambas se pueden complementar sin ser radicales cada una por separado.
Es por eso que, la realidad vista desde
este paradigma es transformable, se da la investigación – acción, adopta la
postura que la teoría crítica, es una ciencia social, no es puramente empírica
ni sólo interpretativa. Su objetivo principal es dar respuesta a problemas que
se presenten en la sociedad, involucrando a sus actores para tratar de
solucionar y transformar. Para Habermas (1986).
El conocimiento,
nunca es producto de individuos o grupos humanos con precauciones alejadas de
la cotidianidad; por el contrario, se construye siempre en base a intereses que
han ido desarrollándose a partir de las necesidades naturales de la especie
humana y que han sido configurados por las condiciones históricas y sociales.
De allí pues, que el conocimiento se
construye partiendo de necesidades básicas de individuos o grupos de seres
humanos y va cambiando de acuerdo a los intereses que se tengan y todo
dependerá de la autonomía racional y liberadora del ser humano y del uso de la
autorreflexión que se haga cada individuo acerca de su rol que desempeña dentro
de una sociedad.
Cabe destacar que, el paradigma
sociocrítico, toma lo que considera necesario del paradigma positivista y del
paradigma interpretativo para aplicarlo y poder obtener un patrón más completo
con sus respectivos modelos o reglas a seguir por los investigadores, el final
de lo crítico es criticar al objeto hasta lograr transformarlo y liberarlo.
REFLEXIONES FINALES
El paradigma positivista parte de una realidad estática,
mecánica y lineal, la cual va a depender de lo visible y lo palpable, para los
positivistas el conocimiento debe ser fragmentado y especializado dependiendo
de la forma que se vea al mundo, debido a que el sujeto se encuentra encima del
objeto, lo estudia de manera objetiva. Para ellos si algo no puede ser medido está
fuera de la realidad.
Por otra parte, el paradigma
interpretativo posee una realidad cambiante y dinámica, hay un acercamiento a
través de los actores con una introspección vivencial, es decir, que el sujeto
y el objeto se relacionan y se fusionan se da una interpretación mediante la
aplicación de la hermenéutica; este paradigma facilita el diálogo para reducir
el problema de la comunicación, además ofrece al sujeto la oportunidad de
reconsiderar las actitudes, creencias para mejorar su propia practica.
Finalmente, el paradigma sociocrítico
trata de mejorar el reduccionismo del positivismo y lo conservador del
interpretativo, toma de ellos lo que considera factible para establecer la
practica y la participación y, así poder transformar la realidad con la
aplicación de una investigación y una reflexión crítica, logrando un ser con
consciencia independiente y con capacidad autocrítica que desarrolle su
conocimiento para que pueda enfrentar y solucionar los problemas que se
presenten en la vida cotidiana, practica la investigación – acción de forma
permanente.
Referencias Bibliográficas.
Carr, W; y Kemmis, S. (1988).Teoría crítica de la enseñanza. La
Investigación acción en la formación del
profesorado. Barcelona:
Martínez Roca.
Kolakowski, L. (1988).La
filosofía positiva. Madrid: Ediciones Cátedra.
Universidad Bicentenaria de Aragua. (2006). Manual de Procedimientos
Para la Elaboración y Presentación del
Trabajo Final de
Investigación de los Programas de Postgrado. San Joaquín de
Turmero, Estado Aragua.
innomente.blogspot.com/2011/05/el-paradigma-socio-critico_19.html.
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