jueves, 17 de marzo de 2016



PARADIGMAS: UNA FORMA DE VER EL MUNDO.

Participante: Julimar Navarro.

Introducción.

     La investigación en sus inicios debatía en lo referente al tema de paradigmas, puesto que se captaba desde dos grandes tradiciones filosóficas que predominaban en la cultura, como son: realismo e idealismo.

     La adopción de nuevos paradigmas es necesaria, porque con ellos se obtendría nuevos planteamientos para la ciencia; es decir, una innovación y  una actualización del estado del arte. Partiendo de él, se pueden presentar detalles o temas que pueden ser relegados a otras ciencias o declarados no científicos, con el pasar del tiempo, en vista de que se investiga hacia un futuro posible partiendo de un presente improbable y, apoyándose con el estado del arte.

     Tomando en cuenta, en el problema paradigmático se establecen diversas posiciones como; incompatibilidad de paradigmas, complementariedad de ellos y unidad epistemológica. Sin duda el término paradigma es muy amplio, en el siguiente ensayo se dará una breve información sobre paradigma positivista, interpretativo y sociocrítico.
Paradigma Positivista.

     El positivismo es una escuela filosófica que defiende su postura la cual es, presentar las cosas existentes fuera de la mente humana; es decir, lo palpable y observable. Este paradigma domina en algunas ciencias pero no es definitivo, debido a las situaciones cambiantes que se presentan en determinadas investigaciones. Para los positivistas la realidad es estática, es una ley que puede predecir, explicar y controlar cuando va o no a suceder algún fenómeno, usando los instrumentos y métodos adecuados. Evidentemente, en esta postura el sujeto está encima del objeto, lo conoce, lo estudia sin involucrarse con él, lo estudia desde el punto de vista objetivo.

     Para Kolakowski, (1988), “el positivismo es un conjunto de reglamentaciones que rigen el saber humano y que tiende a reservar el nombre de la ciencia a las operaciones observables en la evolución de las ciencias modernas de la naturaleza”.(p.s/n). De allí pues que, en la concepción del mundo, según los positivistas, el mundo natural tiene una existencia propia, no depende de quien la estudia; es decir, que se puede obtener un conocimiento objetivo partiendo del estudio del mundo natural y a su vez social.

Paradigma Interpretativo.

     Este paradigma se basa en los significados de la acción humana y la vida social, pasa de explicar, predecir y controlar (positivismo), a comprender, dar significado y a la acción. Para él, existe una realidad dinámica, múltiple y cambiante, se centra en el estudio del sujeto en sí y no en lo general.

     Desde esta perspectiva, el sujeto se relaciona con la realidad y con el objeto, lo ve desde el punto de vista subjetivo, se da una interpretación a través del objeto, estudiando sus creencias, sentimientos, motivaciones y todo lo que no sea palpable, hay una fusión entre el sujeto y el objeto, se profundiza en el conocimiento y la comprensión del por qué todo se percibe tal y como ocurre. Este paradigma interpretativo o hermenéutico revela o da a conocer el significado. Como señalan Carr y Kemmis (1988), “lo interpretativo de convalidación del  conocimiento implica que la teoría afecta la practica, exponiendo a la autorreflexión el contexto teórico que define la practica”. (p.106).

     Por consiguiente, hay un acercamiento entre los actores (sujeto- objeto- contexto), una introspección vivencial; es decir, el sujeto comprende e interpreta al objeto en un contexto determinado, y a su vez el sujeto puede pasar a ser objeto porque interactúan entre sí.

Paradigma Sociocrítico.

     El paradigma sociocrítico introduce una forma de pensamiento explicito y de autorreflexión crítica en los procesos del conocimiento, surge a partir de los dos paradigmas anteriores asumiendo que ambas se pueden complementar sin ser radicales cada una por separado.

     Es por eso que, la realidad vista desde este paradigma es transformable, se da la investigación – acción, adopta la postura que la teoría crítica, es una ciencia social, no es puramente empírica ni sólo interpretativa. Su objetivo principal es dar respuesta a problemas que se presenten en la sociedad, involucrando a sus actores para tratar de solucionar y transformar. Para Habermas (1986).

El conocimiento, nunca es producto de individuos o grupos humanos con precauciones alejadas de la cotidianidad; por el contrario, se construye siempre en base a intereses que han ido desarrollándose a partir de las necesidades naturales de la especie humana y que han sido configurados por las condiciones históricas y sociales.

     De allí pues, que el conocimiento se construye partiendo de necesidades básicas de individuos o grupos de seres humanos y va cambiando de acuerdo a los intereses que se tengan y todo dependerá de la autonomía racional y liberadora del ser humano y del uso de la autorreflexión que se haga cada individuo acerca de su rol que desempeña dentro de una sociedad.
     Cabe destacar que, el paradigma sociocrítico, toma lo que considera necesario del paradigma positivista y del paradigma interpretativo para aplicarlo y poder obtener un patrón más completo con sus respectivos modelos o reglas a seguir por los investigadores, el final de lo crítico es criticar al objeto hasta lograr transformarlo y liberarlo.

REFLEXIONES FINALES

     El paradigma positivista parte de una realidad estática, mecánica y lineal, la cual va a depender de lo visible y lo palpable, para los positivistas el conocimiento debe ser fragmentado y especializado dependiendo de la forma que se vea al mundo, debido a que el sujeto se encuentra encima del objeto, lo estudia de manera objetiva. Para ellos si algo no puede ser medido está fuera de la realidad.
              
     Por otra parte, el paradigma interpretativo posee una realidad cambiante y dinámica, hay un acercamiento a través de los actores con una introspección vivencial, es decir, que el sujeto y el objeto se relacionan y se fusionan se da una interpretación mediante la aplicación de la hermenéutica; este paradigma facilita el diálogo para reducir el problema de la comunicación, además ofrece al sujeto la oportunidad de reconsiderar las actitudes, creencias para mejorar su propia practica.

     Finalmente, el paradigma sociocrítico trata de mejorar el reduccionismo del positivismo y lo conservador del interpretativo, toma de ellos lo que considera factible para establecer la practica y la participación y, así poder transformar la realidad con la aplicación de una investigación y una reflexión crítica, logrando un ser con consciencia independiente y con capacidad autocrítica que desarrolle su conocimiento para que pueda enfrentar y solucionar los problemas que se presenten en la vida cotidiana, practica la investigación – acción de forma permanente.

Referencias Bibliográficas.
Carr, W; y Kemmis, S. (1988).Teoría crítica de la enseñanza.  La  
  Investigación acción en la formación del profesorado. Barcelona:
  Martínez Roca.

Kolakowski, L. (1988).La filosofía positiva. Madrid: Ediciones Cátedra.

Universidad Bicentenaria de Aragua. (2006). Manual de Procedimientos                                                                   
   Para la Elaboración y Presentación del Trabajo Final de
   Investigación de los Programas de Postgrado. San Joaquín de
   Turmero, Estado Aragua.

innomente.blogspot.com/2011/05/el-paradigma-socio-critico_19.html.

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