viernes, 18 de marzo de 2016

LA ALQUIMIA DE LA CONSTRUCCIÓN DE LOS OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN

 "Cualquier tonto inteligente puede hacer cosas más grandes
y más complejas ...
Se necesita un toque de genialidad ---
y mucho coraje para moverse en la dirección opuesta."
E.F. Schumacher -

Rafael Simón Ortega Rondón

Iniciando el camino

  Aunque inicialmente las corrientes positivistas descartaron los objetivos de sus investigaciones, resulta pertinente señalar que, mas recientemente para algunos, por no decir muchos o la mayoría, los objetivos de investigación representan uno de los elementos fundamentales del proceso mismo. Todo depende de lo que se indaga, del contexto y la visión que tenga el sujeto cognoscente. Para otros,  personifican la hoja de ruta, el timón que conduce el curso del acto investigativo, durante todo el transcurso del proceso. Se pretende entonces por un lado, construir una idea pedagógica para entender los alcances de los objetivos y su real utilidad, para quienes se acercan de múltiples maneras al proceso de investigar, y por otro lado, comprender si efectivamente los objetivos representan la panacea universal.


Descubriendo los objetivos

  Independientemente del modelo epistémico que sostenga su trabajo, todos los investigadores e investigadoras se sumergen en las aguas del conocer y señalar los objetivos de su investigación, aunque en algunos casos este acto no sea explícito y por el contrario se deje reflejado de manera sobreentendida.
Bajo la sombra de una descripción teolológica se podría afirmar que, los objetivos de una investigación representan el fin último, la meta, el propósito, la intención, lo que se quiere “descubrir”, lo que se quiere conseguir cuando se realiza una investigación.
Al respecto se tiende a señalar que los objetivos son resultados que prevén o se desean alcanzar en un plazo determinado. Por lo tanto, para la construcción de objetivos resulta muy útil plantearse el qué, cómo y por qué, lo cual facilitaría su conformación y llevaría directamente a la resolución de problemas.
En tal sentido, se puede decir que personifican todo lo que se desea obtener y por lo tanto, su redacción debe realizarse  tomando en cuenta diversos pasos concretos, los cuales pueden variar dependiendo de los criterios epistémicos y metodológicos seguidos por quien investiga, así como de las características y el contexto donde se realiza la investigación.
Así entendidos, los objetivos, estarían directamente relacionados con diversas situaciones problemáticas, donde las primeras ideas representan una vía muy aproximada a la realidad que se pretende investigar. En tal sentido, Balestrini (2006) plantea que “orientan las líneas de acción que se han de seguir en el despliegue de la investigación planteada; al precisar lo que se ha de estudiar en el marco del problema objeto de estudio”.

Una visión holística de los objetivos de investigación

Desde una perspectiva mas competa, los objetivos no pueden ser encasillados dentro de una única forma de comprender la realidad. Esto sería reduccionismo puro, simplificación o mas concretamente disyunción. Los eventos humanos son mas complejos y, como se ha dicho en otras oportunidades, su explicación trasciende  a lo observable, medible y cuantificable, a lo aparente y disyuntivo. Se trata entonces de orientar los objetivos hacia el esclarecimiento del nivel de producción del conocimiento, representando esto una visión mas integradora y combinatoria del proceso investigativo.
En consecuencia, los objetivos desde una perspectiva holística orientan al investigador a desarrollar su proceso investigativo, y consecuentemente a precisar   la ruta o las rutas a seguir. Tal cual lo señala Hurtado (2008), constituyen niveles de complejidad en la elaboración del conocimiento y por lo tanto el énfasis de la investigación se centra en los objetivos y no al contrario. En términos de la autora, el método se subordina a los objetivos.

Particularidades de los objetivos de investigación

  La característica fundamental de un objetivo es que conduce directamente a la obtención de un logro. En segundo lugar se aclara que para construir un objetivo, éste debe comenzar con un verbo en modo infinitivo que no implique la realización directa de una o más actividades.
Frecuentemente, cuando se redactan objetivos, se tiende a confundir éstos con las actividades propias de la investigación. En tal sentido algunos autores plantean que, para no caer en el plano de las confusiones, se debe tener en consideración el lugar en el trabajo escrito donde se coloca el resultado producto del enunciado específico. Hurtado (2008) señala que “el producto de un objetivo de investigación siempre va en los resultados y en las conclusiones mientras que el producto de una actividad metodológica siempre se ubica en alguna otra parte del informe…”
Sin embargo, en algunas oportunidades, la construcción de un objetivo puede incluir la realización de una actividad y el logro a obtener, pero lo que realmente caracteriza al objetivo es la inclusión de ese resultado que se espera alcanzar, aunque en su redacción no aparezcan actividades.

El objetivo general

  El objetivo general representa el fin último de toda investigación y debe redactarse tomando en consideración el propósito integral de la indagación. Está íntimamente ligado al tema en estudio y al título de la investigación.
Tal como lo señala Balestrini (2006) una investigación puede tener más de un objetivo general y esto estaría determinado por los diversos grados de estudio y el propósito de la misma.
Desde una perspectiva holística, el objetivo general encarna el nivel de complejidad del conocimiento que se aspira construir a lo largo del estudio Hurtado (2008). En consecuencia, el objetivo general precisará el tipo de investigación  en curso.

Los objetivos específicos

  Sin dejar de recalcar su importancia, los objetivos específicos pueden ser definidos como objetivos secundarios que se desprenden del árbol general pero que siguen ubicados dentro de su más íntimo contexto. Así definidos, Se puede decir que son partes de un todo que busca finalmente facilitar el proceso para alcanzar las metas a las que se llegará con las conclusiones.
En ese orden de ideas se puede decir que, los objetivos específicos son el conjunto de metas precurrentes para alcanzar un objetivo general.  

Concluyendo

  La importancia de los objetivos para el curso de la investigación y sus resultados es evidente. Éstos determinan directamente el tipo de investigación a desarrollar, por lo que su redacción debe ser cuidadosamente elaborada, ya que de ello depende en gran medida el éxito de los resultados a obtener. La investigación representa un acto de responsabilidad, de manejo ético y cuyos resultados dejan claro el camino para el conocimiento de la realidad. En consecuencia, conseguir la experticia necesaria para construir objetivos, representa un reto complejo no solo para quien investiga, sino también para quienes, actuando como docentes o tutores de trabajos de investigación, juegan un rol relevante en el curso del desarrollo de lo que se investiga.

 Referencias

Arias, F. (2006). El proyecto de investigación. Editorial Episteme. ORIAL Ediciones, Caracas.

Balestrini, M. (2006). Cómo se elabora el proyecto de investigación. BL Consultores Asociados, Servicio editorial,  Caracas. 

Hurtado, J. (2008). Cómo formular objetivos de investigación, una comprensión holística. Sypal y Ediciones Quirón. Caracas.

3 comentarios:

  1. Los pasos y consideraciones deben variar considerando el tipo de investigación (cuantitativa o cualitativa).

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  2. Esta claro y preciso lo expresado por el compeñero Rafael Ortega que un objetivo es que conduce directamente a la obtención de un logro. ya que Éstos determinan directamente el tipo de investigación a desarrollar. gracias por su aporte

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