LOS ESTUDIOS DOCTORALES
La investigación científica y la
investigación humanística
Por Adriana Miranda
Introducción
Con frecuencia, se hace una distinción entre trabajos de investigación científica y trabajos de investigación humanística. Esta distinción obedece, más que al tema o al sujeto de investigación, a la manera como se procesan y se presentan los resultados del trabajo, al método empleado o al enfoque que se le haya dado al tratamiento de la información. Por regla general, un trabajo de investigación cualitativa consiste en un estudio de aspectos que pueden describirse lingüísticamente y que se refieren a un caso en particular o a un grupo de casos más o menos extenso (estudio de casos). Corriendo el riesgo de generalizar en exceso, podría decirse que los escritos sobre temas humanísticos responden a este esquema, de modo que la base de un trabajo bien hecho es la excelencia en el manejo del lenguaje, de la terminología y de la claridad de exposición, además de la precisión en la expresión de resultados.
El presente ensayo se orienta a dejar claro que la diferencia no está en lo que se produce, sino en la forma cómo se aborda la tesis y que en cualquiera de los dos casos existen elementos comunes para asegurar el éxito.
Las tesis doctorales
En trabajos de investigación científica, el enfoque es fundamentalmente cuantitativo y el objeto de estudio es un fenómeno físico o natural, o es la colección de resultados de los estudios de casos que reciben un tratamiento estadístico. Como se ve, la diferencia entre uno y otro es sutil y se limita más que nada a la profundidad y extensión con que se aplican cálculos, gráficos y generalizaciones. Un artículo científico es el producto de observaciones, comparaciones y mediciones que son sometidas a todos los procesos de cálculo que el investigador pueda usar para obtener información que pueda ser verificada repitiendo los experimentos y las condiciones en que se llevaron a cabo. En ese sentido, un buen investigador es el que tiene un buen dominio de las matemáticas, de la estadística, de las ciencias naturales y de los términos y conceptos relacionados con el material con que trabaja. Además, por supuesto, de tener un completo dominio de la metodología con que logra sus resultados y de la epistemología para asegurar que esos resultados, correctos o incorrectos, verdaderos o falsos, sean científica y filosóficamente válidos. Cualquier trabajo de investigación, desde este punto de vista, puede ser considerado un trabajo científico mientras sus resultados puedan ser expresados mediante fórmulas matemáticas y puedan ser extrapolados para ampliar su validez.
De acuerdo con la definición de Umberto Eco, una tesis doctoral, como cualquier otro trabajo de investigación, es “un trabajo mecanografiado de una extensión media que varía entre cien y cuatrocientas páginas, en el cual el estudiante trata un problema referente a los estudios en que quiere doctorarse”.[i] Sin embargo, la extensión exigida a las tesis doctorales depende mucho del área de conocimiento en la que se inscriba, así como del país en el que se desarrolla. Así, por ejemplo, en el caso de los estudios científicos la extensión suele ser mucho menor que en el de las humanidades, y en los países anglosajones generalmente menor que en los países latinos. El papel original, manuscrito, de la teoría de la relatividad especial de Albert Einstein, que definitivamente es el trabajo que más ha influido en el pensamiento científico de los últimos cien años, abarcaba alrededor de treinta páginas. No había necesidad de más que eso. Estos originales pueden verse en http://teoria-de-la-relatividad.blogspot.com/2009/03/apendice-i-el-papel-original-de.htm l[ii] y en http://teoria-de-la-relatividad.blogspot.com/2009/03/apendice-iv-el-manuscrito-original-de.html [iii].
El tiempo estimado de redacción de una tesis también varía, aunque suele estar en el orden de dos a cinco años, dependiendo una vez más del país y del tema. Las variaciones pueden deberse a la profundidad con que se desarrolla el tema, a la extensión que se quiere lograr, y al tiempo de trabajo diario que se le asigna, considerando que en la totalidad de los casos, el tesista tiene que atender otras actividades.
Un aspecto que algunos consideran de importancia es el aporte que una tesis de doctorado puede hacer como contribución al conocimiento. En muchas ocasiones, el desarrollo de la tesis tiene como único propósito lograr el título de doctor. Raramente se hace una tesis con otro propósito. Esto, que los críticos llaman instrumentalismo, no es tan malo como parece, ya que, en realidad, la tesis suele ser el primer trabajo, la entrada a la actividad de investigación. La creación de conocimiento no es tarea sencilla, y la capacidad, la habilidad de llevarla a cabo, se va desarrollando a medida que el científico aprende a sumergirse en su área de trabajo, que eventualmente se convertirá en su línea de investigación.
Preparación del trabajo y la disertación
Algunos elementos importantes para lograr efectividad en el desarrollo de la tesis y la posterior disertación se mencionan a continuación:
Organización
Preparación previa
Claridad y elegancia
Vocabulario
Conocimiento del área
Rigurosidad
Informática
Capacidad intelectual
Elaborar un plan de trabajo que incluya la secuencia crítica de actividades, el cronograma y un listado de recursos necesarios para asegurar la culminación exitosa. La organización del proyecto es clave para que se pueda conocer el estado del trabajo en cada momento y que se puedan aplicar correctivos para garantizar que no queden aspectos sin resolver.
Estado del arte
Asegurar un conocimiento detallado y profundo de todo el material publicado sobre el tema en que se va a trabajar, para descartar desde el inicio la posibilidad de incluir puntos que ya estén considerados de manera más elaborada por otros autores o que puedan originar cuestiones éticas (que no vaya a surgir la impresión de que pudo haber algún plagio).
Control y retroinformación
Definir los elementos de control que van a ayudar a evaluar el trabajo antes de la disertación. Consultar a profesores, profesionales del área, compañeros de curso y material disponible en internet a medida que se avanza, de modo que no se produzcan incongruencias ni queden aspectos que puedan ser generadores de conflictos.
Desarrollar la capacidad de efectuar presentaciones con contenido relevante y que permitan desenvolverse con soltura. Es importante mantenerse en un estado de ensayo permanente para que el momento de la disertación no se vea afectado por imprevistos.
Usar expresiones relevantes y significativas. La elegancia en el discurso es un factor de gran importancia. No es posible lograr un efecto favorable en el auditorio si se usan expresiones que generen dudas o que provoquen críticas innecesarias. Si el resultado va a ser bueno, que no vaya a verse empañado porque el expositor habla mal o se va por las ramas.
Reforzar el vocabulario y mantener una redacción fluida y clara. La terminología es uno de los puntos cruciales. Un vocablo mal utilizado, sobre todo si se trata de un vocablo técnico, constituye un error del que no es fácil liberarse, y tiene un mal efecto en la evaluación. La densidad lingüística (demasiadas ideas en pocas palabras) es una característica que convierte en engorroso al texto, y en la expresión verbal reduce la claridad.
El dominio profundo, detallado y extenso del área de investigación es obligatorio. Sin ese grado de dominio no es aconsejable trabajar para tratar de desarrollar una tesis (crear conocimiento) en un tema. Los resultados pueden ser catastróficos.
Expertos
Buscar un experto en la solución de problemas, en la elaboración de instrumentos y herramientas o en la aplicación de normas y reglas puede ser una alternativa que ayude a enfrentar las situaciones que surjan durante el desarrollo del trabajo. La prioridad debe ser realizar las tareas con rapidez, aplicar soluciones constructivas y lograr una tesis doctoral de alta calidad.
No aceptar como verdadero nada que no se haya podido comprobar debidamente. La duda metódica cartesiana debería ser la base del método de trabajo. Todo debe ser comprobado y apoyado por las referencias necesarias para respaldar cada afirmación que se incluya. De cualquier manera, es frecuente que aparezcan citas con afirmaciones absurdas, por lo que conviene verificar la confiabilidad de los autores citados. Aceptar esto implica incrementar el esfuerzo necesario para llevar a cabo el estudio, pero permite aportar la rigurosidad que es obligatoria en un trabajo de calidad.
Las competencias y el conocimiento detallado de las herramientas informáticas pueden constituir la diferencia entre que la edición final de la tesis resulte la parte más fácil del trabajo o que éste se convierta en un extremo sufrimiento. Tanto el editor de textos, como la hoja de cálculo y las herramientas de presentación son esenciales para facilitar las tareas. Adicionalmente, existe una multitud de aplicaciones de ayuda, conocidas como tecnologías de información, que constituyen un bagaje de recursos invalorables para el tesista.
Para ser investigador debería ser obligatorio exhibir una alta capacidad de aportar contribuciones productivas con su talento, saber, habilidades y hábitos de trabajo. En este punto es donde se puede comprobar que las mayores jerarquías y grados académicos son resultado del intelecto, de la dedicación y de la constancia.
Conclusión
La diferencia entre la investigación humanística y la investigación científica solo está en la forma que desde el punto de vista del método se hace el trabajo. En ambos casos se requiere de elementos más o menos comunes que aseguren la efectividad, se trata de investigación y, por ende, de la producción de conocimiento.
Referencias
[i] Eco, U. (1997). Cómo se hace una tesis. Técnicas y procedimientos de investigación, estudio y escritura. Editorial Gedisa, Barcelona, España.
[ii] La teoría de la relatividad. El papel original de Einsten 1905. Disponible: http://teoria-de-la-relatividad.blogspot.com/2009/03/apendice-i-el-papel-original-de.html. Consulta: febrero, 2016.
[iii] La teoría de la relatividad. Relatividad general: manuscritos originales. Disponible: http://teoria-de-la-relatividad.blogspot.com/2009/03/apendice-iv-el-manuscrito-original-de.html. Consulta: febrero, 2016.
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