Cuando el
investigador detecta un problema, se plantea el modo como solventar dicho
dilema con el fin de ofrecer aportes científicos para la resolución del
conflicto y en consecuencia se hace necesario, el hecho de sumergirse y
definirse en uno de los paradigmas epistemológicos para desde la postura de los
conocedores del tema, lograr desarrollar con éxito el problema planteado.
No obstante, y una
vez revisado los aspectos señalados por Liza Analy Ramírez Salinas en “El
Anarquismo Epistemológico”, se genera una discusión y un proceso de reflexión interesante
acerca del rol que debería asumir el investigador, considerando que es él quien
al identificar el problema, debe propiciar y buscar las vías para lograr llegar
a la solución del conflicto, tomando en cuenta sus experiencias, su instinto y sus
deseos por abordar la situación problemática, sin ningún tipo de ataduras, con
la finalidad de conquistar los objetivos previstos en la investigación, siendo
importante como lo señala la autora, el hecho de valorar la metodología que
mejor se articule con sus ideas, desde una posición de irreverencia e
irracionalidad que le permita ir adentrándose en el proceso investigativo sin
ninguna otra limitante que sí mismo.
En este sentido, el
concepto y/o significado de libertad juega un papel preponderante, pues le
otorga al investigador el poder pasearse abiertamente por todas las
posibilidades que considere necesaria para llegar a la solución del problema
previamente planteado, sin obedecer incluso a orden especifico que no sea su intuición
como el sujeto que investiga; intuición que se irá casando con la razón en la
medida que vaya descubriendo los elementos que surgirán del proceso
investigativo propiamente dicho, en contra posición a los procesos de
investigación que establecen la forma y el fondo que debe contener toda
investigación, amparada por una “lógica científica” que de manera tradicional
se viene desarrollando durante muchos años.
Pual Feyerabend,
debió sortear sin lugar a dudas un sinfín de críticas que veían en sus planteamiento
un camino absurdo que irrespetaba todo orden conocido en el aspecto científico investigativo,
despertando con ello obstáculos, pero que también develo ante la sociedad científica,
una realidad no asumida y por ende no aceptada, en la cual el investigador
requiere de una mayor amplitud para poder indagar sin presiones lo que ha
determinado como su necesidad por resolver una situación problemática. Para
ello, Feyerabend, afirma que “la ciencia
no puede ser considera única…”, pues existen aspectos metodológicos que guiados
por la “lógica”, no favorece las intenciones u objetivos del investigador, por asumirlas
como “insuficientes e inadecuadas” las preestablecidas, toda vez que se
convierten en una camisa de fuerza, en un obstáculo que no le permite al
investigador ir más allá de lo que se podría determinar como evidente.
Asimismo, Paul Feyerabend,
señala que la “persona debe ser capaz de elegir lo que crea o considere más conveniente,
sin que se le imponga el estudio de la ciencia”, posición interesante para
generar fuertes discusiones en el marco de los avances científicos y los
procesos investigativos que se llevan a cabo en la actualidad, donde existen
Casas de Estudios Universitarios (caso Venezuela), donde los investigadores
deben asumir posiciones preestablecidas para el desarrollo de sus
investigaciones, y de no hacerlo, corren el riesgo de no conquistar la meta, obligándoseles
a dejar de una lado sus ideales, experiencias, necesidades, visiones, entre
otros aspectos para limitarse al solo cumplir con la regla y respetar la
norma, aunque ello pueda significar el irrespeto a su pensamiento y a la forma de
cómo ve una determinada realidad por tener que dejarse llevar por un conjunto de condiciones que inicia en lo paradigmático.
En el plano personal,
y con base a la posición crítica-analítica del cual se desprende el análisis de
la lectura “El Anarquismo Epistemológico”, cabe destacar que como investigador,
es válido defender la propuesta o postura de Paul Feyerabend, ya que al igual
que el autor, dirigir una investigación con base a las especificaciones que
demarcan las Universidades en Venezuela, se es difícil poder satisfacer del
todo la posición de quien investiga, por solo tener que abordar los diseños metodológicos
impuestos sin darle la oportunidad al investigador de auto descubrirse y
descubrir aquello que guarda relación con sus verdaderas intenciones y
necesidades. De allí que lo enfatizado por Feyerabend, cuando “una persona que
ha aprehendido a pensar con su cabeza y que ha decidido entonces a favor de lo
que piensa que le conviene”, se le debe respetar el derecho a adentrarse desde
sus razones en el desarrollo pleno de su investigación, sin coacciones de
ninguna índole para luego defender con seguridad, confianza y autonomía los
conocimientos obtenidos y ofrecer sus aportes a la sociedad científica desde
una visión más cercana a su realidad, pues "todo vale".
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