sábado, 30 de mayo de 2015

EDUCACIÓN Y MARGINALIDAD EN AMÉRICA LATINA: UNA SIMBIOSIS INCOMPLETA.

Participante: Rodolfo Piña Reyes

    Así como en la naturaleza existe la relación entre dos organismos disimiles  en armonía para obtener beneficio al menos uno de ellos, la lectura realizada, muestra un enfoque del filósofo brasilero Dermeval Saviani, sobre las teorías de la educación y el problema de la marginalidad en América Latina, con el cual estoy en desacuerdo, pero que en el marco de la diversidad de pensamiento, a continuación comentaré a fin de compartir con Uds. mi opinión al respecto.
      Inicialmente, me  parece que la clasificación realizada por el autor en su trabajo, para separar en dos grupos las teorías educacionales, teniendo como criterio un fenómeno de causas tan variadas como la deserción escolar, y además relacionándolo  con la palabra “marginalidad”, que en su etimología no guarda relación directa con el fin que plantea Saviani, le da a su postura, un sesgo ideológico inequívoco de aquel que a pesar de su jerarquía académica, intenta que el mundo se vea, bajo su óptica particular.
      En este sentido, marginalidad es un adjetivo que tiene varios significados, dentro de los cuales pueden mencionarse, “secundario o poco importante;  persona que vive en una situación de aislamiento y rechazo a causa de la falta de integración en un grupo o la sociedad”. Como puede observarse de manera inequívoca, la aplicación de la palabra marginalidad como sinónimo de “exclusión”, que entiendo al ver el ejemplo mencionado por el autor incomento, es el que pretende tomar como significado, no guarda la relación suficiente para darle fuerza a su argumento.
      Para ser  mas específico, Negretti (1987) afirma que:

…el concepto de marginalidad aparece en la literatura sociológica asociada a la preocupación por estudiar los problemas de adaptación de los migrantes y minorías raciales a la sociedad norteamericana. En su libro, referencia que el término marginalidad fue utilizado por primera vez por Robert Park, en su artículo "Human Migration and the Marginal Man", publicado en 1928. Su interés estuvo centrado en el papel de las migraciones en los cambios sociales.  Específicamente en América Latina, los estudios sistemáticos sobre marginalidad se iniciaron a partir de la segunda postguerra, ante el proceso de urbanización acelerado, que trajo como consecuencia grandes asentamientos humanos en las periferias de las grandes ciudades.

    Todo lo antes mencionado, reafirma suficientemente que las teorías educacionales relacionadas con la marginalidad a través de la deserción escolar, si bien no son opuestas como fenómeno social, tampoco constituyen una causa exclusiva de no permanencia de los estudiantes en las aulas de clases, hecho este que hace más frágil todavía, el enfoque de las teorías educativas y el problema de la marginalidad.
      Las teorías que Saviani llamó “no criticas”, y que en su opinión tenían como misión servir como escenario para que la educación lograra disminuir la marginalidad, pero el mismo reconoce que no lo lograron, bien podrían entonces dejar de pertenecer a esa clase y ser una sola con las “critico-reproductivas” en una suerte de confusión, que no permite diferenciar cuál de ellas ha tenido mayores logros en favor de la marginalidad, diferenciándose tal vez, solo en la intención con la cual se han aplicado, mas no así en los resultados obtenidos.
      En mi opinión, esto ocurre debido a la aplicación equivocada del significado de la palabra marginalidad en el contexto de la deserción escolar, y la consideración de que a través de la educación podía superarse tal situación, lo cual está suficientemente demostrado que no guarda relación ni siquiera con marginalidad como sinónimo de pobreza, pues en Cuba tenemos un ejemplo de alfabetización total de su población, con un alto índice de profesionalización, que no se ha traducido en superar la marginalidad social y económica que tiene actualmente ese país caribeño, en sus ciudadanos y la sociedad en general.

      Al parecer, es necesario algo más que la aplicación aislada de las teorías educativas para lograr que la escuela sea atractiva a los estudiantes y además se convierta en un medio de superación personal, laboral y social, individual y colectivo, que realmente permita disminuir la marginalidad, en su más amplio significado, cuidando la delgada frontera entre desarrollo humano integral y capitalismo salvaje globalizado…una tarea nada fácil en un mundo superpoblado, con graves problemas de distribución equitativa de recursos y cambio climático, como amenaza diaria a nuestra forma de vida actual.  

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