EDUCACIÓN Y MARGINALIDAD
EN AMÉRICA LATINA: UNA SIMBIOSIS INCOMPLETA.
Participante: Rodolfo
Piña Reyes
Así como en la naturaleza existe la relación entre dos
organismos disimiles en armonía para
obtener beneficio al menos uno de ellos, la lectura realizada, muestra un
enfoque del filósofo brasilero Dermeval Saviani, sobre las teorías de la
educación y el problema de la marginalidad en América Latina, con el cual estoy
en desacuerdo, pero que en el marco de la diversidad de pensamiento, a
continuación comentaré a fin de compartir con Uds. mi opinión al respecto.
Inicialmente, me
parece que la clasificación realizada por el autor en su trabajo, para
separar en dos grupos las teorías educacionales, teniendo como criterio un
fenómeno de causas tan variadas como la deserción escolar, y además
relacionándolo con la palabra
“marginalidad”, que en su etimología no guarda relación directa con el fin que
plantea Saviani, le da a su postura, un sesgo ideológico inequívoco de aquel
que a pesar de su jerarquía académica, intenta que el mundo se vea, bajo su
óptica particular.
En este sentido, marginalidad es un adjetivo que tiene
varios significados, dentro de los cuales pueden mencionarse, “secundario o
poco importante; persona que vive en una
situación de aislamiento y rechazo a causa de la falta de integración en un
grupo o la sociedad”. Como puede observarse de manera inequívoca, la aplicación
de la palabra marginalidad como sinónimo de “exclusión”, que entiendo al ver el
ejemplo mencionado por el autor incomento, es el que pretende tomar como
significado, no guarda la relación suficiente para darle fuerza a su argumento.
Para ser mas específico,
Negretti (1987) afirma que:
…el
concepto de marginalidad aparece en la literatura sociológica asociada a la
preocupación por estudiar los problemas de adaptación de los migrantes y
minorías raciales a la sociedad norteamericana. En su libro, referencia que el
término marginalidad fue utilizado por primera vez por Robert Park, en su
artículo "Human Migration and the Marginal Man", publicado en 1928.
Su interés estuvo centrado en el papel de las migraciones en los cambios sociales. Específicamente en América Latina, los
estudios sistemáticos sobre marginalidad se iniciaron a partir de la segunda
postguerra, ante el proceso de urbanización acelerado, que trajo como
consecuencia grandes asentamientos humanos en las periferias de las grandes
ciudades.
Todo lo antes mencionado, reafirma suficientemente
que las teorías educacionales relacionadas con la marginalidad a través de la
deserción escolar, si bien no son opuestas como fenómeno social, tampoco
constituyen una causa exclusiva de no permanencia de los estudiantes en las
aulas de clases, hecho este que hace más frágil todavía, el enfoque de las
teorías educativas y el problema de la marginalidad.
Las teorías que Saviani llamó “no criticas”, y que
en su opinión tenían como misión servir como escenario para que la educación
lograra disminuir la marginalidad, pero el mismo reconoce que no lo lograron,
bien podrían entonces dejar de pertenecer a esa clase y ser una sola con las
“critico-reproductivas” en una suerte de confusión, que no permite diferenciar
cuál de ellas ha tenido mayores logros en favor de la marginalidad,
diferenciándose tal vez, solo en la intención con la cual se han aplicado, mas
no así en los resultados obtenidos.
En mi opinión, esto ocurre debido a la aplicación
equivocada del significado de la palabra marginalidad en el contexto de la
deserción escolar, y la consideración de que a través de la educación podía
superarse tal situación, lo cual está suficientemente demostrado que no guarda
relación ni siquiera con marginalidad como sinónimo de pobreza, pues en Cuba
tenemos un ejemplo de alfabetización total de su población, con un alto índice
de profesionalización, que no se ha traducido en superar la marginalidad social
y económica que tiene actualmente ese país caribeño, en sus ciudadanos y la
sociedad en general.
Al parecer, es necesario algo más que la aplicación
aislada de las teorías educativas para lograr que la escuela sea atractiva a
los estudiantes y además se convierta en un medio de superación personal,
laboral y social, individual y colectivo, que realmente permita disminuir la
marginalidad, en su más amplio significado, cuidando la delgada frontera entre
desarrollo humano integral y capitalismo salvaje globalizado…una tarea nada
fácil en un mundo superpoblado, con graves problemas de distribución equitativa
de recursos y cambio climático, como amenaza diaria a nuestra forma de vida
actual.
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